La leyenda dice que en la Edad Media un monje sentenciado a muerte, por una grave falta a las reglas del monasterio, negoció su pena. Temeroso de morir, acordó ser emparedado, encerrado en un cuarto de murallas sin salidas, donde escribiría -en una noche- el mayor libro del mundo con los conocimientos de Dios. Sin embargo, cuando se dio cuenta que no podría cumplir, pactó con el demonio, quien finalmente realizó la tarea por él y le salvó la vida.
La huella de ese pacto diabólico sería un dibujo de Lucifer -a página completa- estampado en dicho manuscrito, hoy resguardo por la Biblioteca Real de Estocolmo: el Codex Gigas ("Libro Gigante") o la Biblia del diablo, nombre alternativo que se ganó por la mencionada imagen.
El mito sobrevive, porque la historia no ha develado quién fue el autor de tan misterioso texto ni menos en qué condiciones ni por qué fue escrito. La tesis que se maneja es que lo escribió un monje copista y miniaturista del monasterio benedictino de Podlazice, en la actual República Checa, durante el siglo XIII. Y aunque la hipótesis no ha sido descartada ni rechazada, recientes estudios dan nuevas pistas: con certeza se trató de una sola persona -dado el trazo único de su grafía-, quien habría tardado varios años en terminarlo.
El Codex -de 90 kilos y un metro de largo- contiene diversos escritos (no reunidos en ningún otro libro conocido) que tienen un alto valor cultural e histórico (ver recuadro). Tiene un Nuevo y Antiguo Testamento, dos obras del historiador Flavio Josefo, las Etimologías de Isidoro de Sevilla, el libro para la enseñanza de la medicina en la Edad Media conocido como Ars medicinae (El arte de la medicina), la Chronica Boëmorum (Crónica de los bohemios o de los Checos) del siglo XII de Cosmas de Praga y un calendario y necrología. De especial interés son las secciones que dan testimonio del origen de Bohemia (checos) y su agitada historia.
Sin embargo, el libro se ha hecho famoso por la imagen del demonio a página completa que posa desafiante y en contraposición a un dibujo de Jerusalém bíblica (o Paraíso) pero sin gente.
1 comentario:
Buena la imagen, la historia, lo que nos enseña... buena, porque parece un cura cuando da la bendición... jaja, tendrá algo que ver. Y los colores, también simbólicos.
Un abrazo
Buen día
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