Vi esta tarde una cabeza de mujer
en medio de un montón de latas de cerveza
mendigando un chute a los peatones
para encontrar en alguna parte su cuerpo perdido.
Vi a otra mujer
lamiendo las nubes en busca de lluvia
para que volviera a crecer su cabello quemado
por la quimioterapia.
Poco después
intenté cerrar los ojos
para evitar un chorro de imágenes del infierno en pleno día.
De repente oí un grito
resonando en mis oídos:
mientras abría mis ojos con temor
vi algo que me dejó sobrecogido:
una vieja abriéndose de piernas
para parir mientras caminaba por la calle.
Me pregunto cuántas veces
he recorrido esta avenida
yendo y viniendo,
innumerables.
Y todavía me sorprende
lo que veo en la basura neoyorquina
y que los transeúntes patean sin prestar atención.
Ahamed Morsi
Traducción (del inglés) de Alfonso Armada.
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